29-12-09

29/12/09 DIARIO DE UN IBICENCO
(From Ibiza with Love – Tribute Lisbeth Salander)
Tras escuchar durante casi una hora la repetida y cansina alarma del movil, decido que es necesario sacar al menos un pie de la cama, aunque ello suponga un posible riesgo a mi futura integridad. Así, con los precisos acordes de “Tonight” de Ozzy Osbourne mi ojo derecho consigue liberarse de la legaña que le secuestraba:
-¡Libertad o muerte!- grita desesperada la “guerrillera” legaña a ritmo de “Hey boy, hey girl” de los Chemical Brothers.
Pasado el mal trago que supone levantarse, me dispongo a lavarme la cara, no sin antes saludar a mis dos inseparables “inquilinos”, la uña del pie, que rula a sus anchas por el suelo del baño y la mancha de humedad que peligrosamente engorda a pasos agigantados:
-Deberías hacer algo de ejercicio- la propongo
-Que le den por culo al ejercicio, cuanto mas gordo mas hermoso- entona, como si un lema político se tratase.
DESAYUNO.- Galletas LU con 2 expresos de NESCAFÉ, que tienen de expresos lo que yo de ministro de industria y comercio; Compra diaria.- Mantel, Garrafa de 5 litros de SOLAN DE CABRAS, … . Me piro al gimnasio, una idea no para de darme vueltas en la cabeza: “¿Continuará la tía buena de le recepción en el gimnasio, después de verla coger un avión hacia Barcelona? Al parecer no está por allí, lastima podría haber sido una bonita amistad, como decían en la película Casablanca; pero mi mundo actual ibicenco, si por algo se caracteriza es por no admitir ningún tipo de romance. Parece ser que “Cupido” se encuentra en La Pacha, poniendose hasta arriba con sus demás colegas los “pasaos ibicencos”.
- Joder, pues cuando llegue verano y abran PRIVILENGE, AMNESIAC, SPACE … me olvido de que Cupido haga una obra de caridad conmigo -. pienso fríamente. Realismo ibicenco, lo llamo yo.
COMIDA.- Cocido en proceso de descongelación, cada día con menos sabor. Llega la tarde y tras una dura tarea de limpieza, me toca por enesima vez cocer pasta para afrontar una “dura” jornada de trabajo. Otra vez levantarme pronto, otra vez sufrir los atascos que provocan estos conductores ibicencos cuando una rotonda se aproxima y como no esas partidas de cartas con los cafés de la “tropa currela” en juego y que tanto nos estresan a unos y otros. Que dura es la vida laboral ibicenca. CENA.- Ensalada y fiambre, mientras desde el microondas hierve agua para una nueva taza de té. Momento que aprovecha el “compañero de piso” para entrar en la cocina y satisfacer mis oídos con un nuevo monólogo ibicenco.

MONOLOGO DEL TE:
(Disensiones desde la clandestinidad – Club de la Comedia Ibicenca)
-¿No sería mejor que llenaras con más de agua la taza?, así verías cuando hace burbujas
- Muy interesante, no había caido en eso.- Le contesto, perplejo ante tal deducción digna de ser plasmada en los libros de historia ibicenca. Lastima que si de algo rebose en esta ocasión la taza es de agua por los cuatro costados. Pero la obviedad no parece estar presente hoy en la cocina.
- A ver, a ver como hace burbujas. ¿Oye y por qué esperas a que haga burbujas? ¿Oye y por qué no pones el microondas al máximo y así tarda menos en calentarse el agua? ¿Oye y cuanto te valen esas bolsitas de te? ¿Oye son infusiones o es te? ¿Oye cuanto tardan en salir las burbujas? ¿Anda qué rápido, ya salen las burbujas?
- Si muy rápido. - Le doy la razón mientras dejo caer la bolsa en la taza rebosante de agua y rebosante de burbujas.
- Oye y para que coño tomas te, tomate una cerveza como hago yo todas las noches. Esto mi dieta. ¿No te gusta la cerveza? ¿Esta del Eroski estaba de oferta? ¿NO te gusta la cerveza? Esta del Eroski es de una marca rara. ¿Por que no te tomas una cerveza del Eroski esta muy buena?
- Me voy a la habitación - contesto interrumpiendo ese bucle que en mi modesta opinión no nos llevaba a ninguna parte; algo que parece no compartir él, puesto que sigue con su más que "amena" disertación.
- Oye no tomas cerveza por la noche, ¿no te gusta la cerveza del Eroski? porque tengo un bote del Spar, ¿no te gusta la cerveza del Spar? Es de oferta esta cerveza. ¿No te gusta la cerveza?
Tras huir apresuradamente, consigo cerrar la puerta de mi habitación sin que por ello deje de oir ese eco monologuista que retumba en parte del piso “Pues la cerveza es muy buena, esta del Eroski está cojonuda”, “¿no te gusta la cerveza?”. Sorprendentemente me abstraigo de sus palabras con un nuevo episodio de “Perdidos”, sólo uno, pues mañana hay que currar.

¡¡¡PERSONAJES IBICENCOS!!!: “El chino con mala leche”
Respetable hombre de negocios, conocido por cultivar una “simpatía” ibicenca muy propia, que le hace inconfundible entre los habitantes de la isla. Dicho “cariño” es la seña de identidad de ese restaurante que tan admirablemente dirige. Una vez se abren las puertas nuestro ilustre personaje te da la bienvenida con una expresión que si bien podría transmitir cierto desaire, nada más alejado de la realidad, puesto que sus facciones nos obsequian gratuitamente con una portentosa transformación, al mostrar una “sonrisa” lejos de toda clase de equivocos y que ha sido “copiada” por los grandes galanes de Hollywood:
- “Nada del menú de 13 eulos, la calta, elija de la calta. Comida pala lleval no menu. La calta, elija de la calta. Mielcoles no menú 13 eulos, la calta, elija de la calta. Los jueves, no menú, elija de la calta, no menu comida pala lleval. Vielnes tampoco no menu. La calta, la calta …”
Es entonces cuando muy “cordialmente” te lanza su famosa “CALTA”, probando tus reflejos, bien apartandote para no ser “gentilmente” herido o bien atrapando la susodicha “CALTA VOLADOLA IDENTIFICADA” como acertadamente haría un inspirado “Casillas” en la final de Champions. Una vez has eligido de la “calta” el “chino con mala leche” sufre una metamorfosis todavía no explicada por los científicos ibicencos:
-¡¡¡¡IAAAAAAAAAAAAA, la comidal!!!! – e inmediatamente se abre una puerta de la cocina del restaurante, de donde surgen nuevos chinos que obedecen sin rechistar el grito de guerra de su lider. Todos trabajan a una velocidad vertiginosa mientras nuestro protagonista, todo un heroe entre las masas ibicencas les vigila atentamente a la vez que realiza gestiones de gran relevancia en el mundillo ibicenco. Una vez han acabado, los chinos se dirigen a su habitáculo secreto y nuestro protagonista dejando atrás esa “sonrisa” que a simple vista podría resultar de lo más ambigua, se dirige a nosotros muy educada y solemnemente :
- Son tleinta eulos, pol favol.
Un precio de lo más razonable, máxime cuando hemos sido testigos de excepción de todo un alarde de simpatía y hospitalidad, que se hace aún más patente cuando nos dirigimos hacia la salida. Y no porque el “Chino con mala leche” se alegre de que nos vayamos de una “puta” vez, como podría dar que pensar, sino porque se muestra satisfecho por su “extraordinario” trabajo y la más que “agradable” atención que nos ha ofrecido.

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