05-05-10

05/05/10 DIARIO DE UN IBICENCO
(From Ibiza with Love – Tribute Lisbeth Salander)
Subo la persiana y todo sigue igual, el sol continúa su cruzada, hace la revolución a su manera, es decir, tocándome los cojones. Las nubes dominan el oscuro cielo ibicenco y espero equivocarme si digo que quizás hoy no sea un buen día de playa. Qué le habré hecho yo a este sol para que sólo salga cuando estoy trabajando. Al menos se ha levantado menos aire que ayer, el que no se consuela es porque no quiere. Yo lo intento, pues busco la felicidad en esta puta isla de mierda, para ello destierro todo lo negativo que me rodea, me muevo entre la mierda y creo un espejismo, respiro el sinsabor y lo convierto en un perfume, trato de animarme sin tampoco engañarme en exceso. “Sólo positivo y de vez en cuando negativo” a la cabeza me vienen continuamente estas palabras, todo un lema para encontrar un camino que de sentido a mi estancia en la puta isla de mierda. Pero de cuando en cuando hay que ser negativo, ¿por qué no disfrutar tocando los cojones?, acaso no es lo más barato que hay. Desde el punto de vista terapéutico sacar punta a las cosas agudiza tu sentido autocrítico, no lo olvides. Sin embargo llevo al extremo mi crítica pues yo mismo me toco los cojones, yo mismo me critico, yo mismo enredo aún más mis limitaciones.

Me quedo embobado con el vuelo de las gaviotas, algunas rozan el umbral de la ventana, otras vigilan desde la azotea camuflándose entre antiguas antenas de televisión, y todas parecen disfrutar de su estancia en la puta isla de mierda. Posiblemente sean las aves más positivas que hayan existido, no hay otra explicación para tal torrente de emociones. Son presa fácil de las partículas ibicencas, viven junto al engaño victimas de su propia fantasía. Pero son felices con su simplicidad, entre vuelo y vuelo una sonrisa, no se lo que comen, ni cuales son su sueños, donde se esconden cuando llueve, ni tampoco se cuales son sus ambiciones. Quizás porque huyen de la complejidad que nos aplasta, optando por una vida en la que todo resulta más facil, su fantasía se reduce a un código binario, a un vuelo, a un graznido, al amor en una azotea … quizás por eso sean felices.

Retomo mi rutina diaria, pues bien entrada la mañana me dirijo al cuarto de baño para disfrutar con una buena cagada; sentado haciendo fuerza mi inspiración aumenta, mientras pueda cagar el diario renacerá de sus cenizas, nuevas ideas se acumulan bajo mi cabeza mientras me doy cuenta como la reserva de papel higienico ha disminuido hasta el punto de sólo quedar un rollo. Joder lo que cago, pienso, no me extraña que el diario navegue viento en popa. Debería comprar papel del culo, pero hoy no mañana. Hoy es miércoles, los miércoles suelo expulsar bastante mierda, pero creo que con un rollo habrá suficiente para limpiar aquella mierda sobrante que tanto apego tiene hacia mi organismo. Concretamente al culo.

DESAYUNO.- Cereales con leche. Mi aspecto fondón ha provocado en mi una desesperada huida a la ya añorada porción de tarta de queso. Sin embargo, no tengo remordimientos pues volveré a “La Canela” con objeto de ver a mi querida pastelera, aunque sólo sea para comprar dos panecillos de mierda. Pues ya casi he olvidado su cara y su belleza, su voz y su sonrisa, sus andares, su modestia … pocas cosas me mueven en esta isla y ella es una de esas. En ocasiones tengo la sensación de estar cansado, cansado de verlo todo en un día pues esta isla no da para más, sin embargo con ella nunca me cansaría. La vería día tras día si pudiera controlar mi sonambulismo, organizar mi vida, alejar el sueño de mis pesadillas y dejar de tratar al tiempo como un enemigo al cual no me enfrento.

El sol acaba de levantarse de su tumba llenando de vida los pocos instantes de disfrute que ofrece la isla; sin embargo no es día para sentarte bajo una toalla junto al mar, quizás para los poetas, las parejas, los románticos, los hippies … quizás para ellos si, pero a mi con este día todavía frío no me vale. Después de casi tres días lloviendo, nada parece suficiente y este modesto sol menos. Aparte soy victima de una cansina tos a la que no me gustaría darle más protagonismo, puede que los románticos disfruten tosiendo o los poetas les guste estar enfermos, pero yo sólo aspiro a no hacer nada, ni malo ni tampoco bueno, el cero a la izquierda no es una mala opción en esta isla de mierda. Tampoco me fío mucho de los médicos que pueblan la isla por lo que tiendo a no caer enfermo, sobrevivo suavizando cualquier síntoma de malestar por eso bebo, bebo y bebo para no dejar la garganta seca y escapar de esa puta tos de mierda. Pero al sol eso no le importa, él sólo quiere quedar bien con todo el mundo y como eso es imposible se decanta por la mayoría ibicenca, se levanta a media mañana y hace que calienta el agua. Vive como un marques, secuestrado por la lluvia pues sus rayos no dejan de ser inútiles ante las bajas temperaturas. Necesita más tiempo, pero no se cuando ni como llegará ese momento.

Decido comer salmón estofado así que me acerco al mercado central, hacía tiempo que no recorría los puestos, las fruterías, pescaderías, carnicerías … todo me resulta familiar pues nada ha cambiado. Eso es Ibiza hasta el momento, algo más en el tiempo. Me acerco a la farmacia para comprar la medicación para unos irreductibles polipos, arrinconados junto a las fosas nasales, arriba a la derecha, se han hecho fuerte sobreviviendo al invasor. Los corticoides no pueden con ello, quizás hayan descubierto un poción, o quizás estoy descuidando mi medicación.

Tumbado sobre la cama, los ojos caen hacia una inmensidad que ni yo mismo conozco, dormiría pero adonde me llevaría este sueño ¿a un lugar mejor?, no creo, sin embargo el tiempo pasaría con el olvido, sin ser victima de mis sueños mi cuerpo quizás consiga descansar, pues soñar es difícil, vivo al día y ni sueños tengo, sin embargo nada me importa pues mis ojos son más fuertes que cualquier esfuerzo y deciden cerrarse a la realidad para dar paso a la oscuridad de la siesta.

Tras levantarme corro hacia CAN FRIENDS una cafetería con wifi y una amena charla con los compañeros de curro, las cañas y mi zumo de melocotón dominan la mesa, junto a un portátil que recorre Internet a una considerable velocidad.

Ceno mientras veo el Mallorca – R. Madrid o lo que es lo mismo un equipo el mallorquín contra un jugador Cristiano Ronaldo, que pena da este Madrid. El resultado es 1 a 4, sin embargo sigo apenado por este simulacro de equipo. Esto no es futbol, esto no es nada.
Regreso a un continuo teclear mientras escucho Tom Waits, junto a mi una jarra llena de agua del mismísimo manantial de SOLAN DE CABRAS, por si la garganta se queda seca y es presa fácil de una tos algo más que molesta. Pues si algo caracteriza el agua ibicenca es su asqueroso sabor fruto de la cal que contiene, fruto de la sal del mar que rodea el trozo de tierra llamado puta isla de mierda.
Me arropo y me entretengo con “PULP” una nueva de Charles Bukowski, su última novela, entretenida sin más. Sin embargo para mí es suficiente, pues Bukowski me ha dado grandes relatos, grandes momentos, incluso diría que he disfrutado leyendo. Cuando me canse dormiré o eso espero …

0 comentarios:

Publicar un comentario