29-03-10

29/03/10 DIARIO DE UN IBICENCO
(From Ibiza with Love – Tribute Lisbeth Salander)
Me levanto con la antigua esperanza de encontrar una habitación ordenada, sin rastro de polvo, sin la pelusilla habitual por los suelos; pero todo es una vana esperanza. Me siento sobre la cama, mientras observo una pared cada vez más poblada, numerosos libros, un “collage” que llama la atención, un contestario cactus y un bambú que sin rastro de agua reclama su triste ración. Me siento pesado, ni una buena cagada puede remediarlo, me enfrento a mi otro yo, con unos ojos asperos y una cara oculta bajo unas crueles barbas. Desde el espejo ese yo me grita que pase de todo, échate en la cama vuelve a dormir, esas son sus palabras; mi pereza no tiene límites, arremete desde el subconsciente, un grave error pues a estas alturas de muy pocas cosas soy consciente; conozco el bien, no desconozco el mal, he desayunado con ellos, ninguno merece una amena conversación, opto por seguir mi camino, lejos de guerras sin sentido, abriéndome paso sin hacer daño a nadie sólo a mi mismo, sobre una conciencia a simple vista limpia, sólo herida por mis propias desdichas, pues no necesito a nadie para tocarme los cojones, a veces yo mismo soy capaz de eso y más. Me canso de mi mismo, sufro discusiones internas, me como la cabeza e incluso me rayo sin necesidad. Esa es una de mis “virtudes” joderme a mi mismo, para una vez más quedarme sólo frente al hastío; al que hago frente y sin miedo desafío. Un inconsciente dominado por mi mismo, sin manipulaciones, sin riesgo a equivocarme pues si sigo el camino equivocado ya es demasiado tarde.
Dirijo mis pasos hacia “La Canela” donde me recibe mi querida pastelera, un halo cada vez más limpio y sincero y una cara de inocencia como único regalo ibicenco. Una nueva tienda, con un escaparate poblado de pegatinas, zapatillas y camisetas para skate-board a un precio desorbitante, no se que cojones hago aquí perdiendo el tiempo. DESAYUNO.- Porción de queso y café con leche. Escribo en el portátil, mientras escucho Tom Waits con “The Heart of Saturday Night”, relajo mi cuerpo cansado no se de que; victima de una cama en la que no se descansa, unas sillas de todo menos cómodas y una rutina algo desprogramada. Un nuevo sorbo al RED BULL mientras los rayos del sol se ceban con mi brazo, no hace día de playa, el puto aire sigue moviendo los toldos, la numerosa ropa tendida, incluso las sufridas antenas levantadas sobre las azoteas.
Una mosca ha entrado en la habitación, gorda como ella sola, negra como lo son las moscas negras, ni beber el RED BULL me deja. Se vuelve loca cuando ataca al cristal de la ventana para después escapar a toda prisa buscando una salida; sus vuelos son circulares y su zumbido más que asfixiante; abro la ventana pues me horroriza su imagen, la mataría pero me da asco su cuerpo aplastado, todo negro, sobre un extenso manto de sangre. Sangre de todas sus victimas, de todos aquellos despojos humanos abandonados, como los indefensos animales que fueron castigados por este insecto tan cruel como voluminoso. No tuvo contemplaciones con ninguna de sus victimas, ni siquiera esperó un juicio justo; no tuvo caridad, no se justificó en la venganza, ni reclamó la Ley del Talión. Actuó sin más. Un psicópata implacable, al que no le hace falta ni los reconocimientos, ni las medallas. Sólo le basta su instinto, gracias a él sobrevive, el matar hecho arte. Disfruta matando. Yo le daría su propia medicina, muerta sobre el cristal, sobre el sucio suelo, junto a esa asquerosa sangre sus ojos hundidos, sin rastro de sus patas, una mota negra de la que no se distinguen ni las alas. Sería asqueroso, esa forma sin forma, pedazos de mosca esparcidos sobre la habitación, bajo la suela del arma homicida, una zapatilla convertida en mi heroína.
Suena “Blind” de Tom Waits, en una sesión sólo para mi, unos auriculares y un nuevo trago de RED BULL, el silencio reina en la habitación mientras escribo en el portátil este jodido diario con cada vez más palabras y menos diálogos. Dominado por las rayadas, una buena terapia, al menos bastante barata. COMIDA.- Tallarines con ensalada de garbanzos. Veo “SE LO QUE HICISTEIS …” mientras degusto un NESTLEA, un café con hielo y un Kit Kat. Sin embargo el sueño me abate, estoy grogui

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