03-04-10

03/04/10 DIARIO DE UN IBICENCO
(From Ibiza with Love – Tribute Lisbeth Salander)
Hora H y día tres, desde el avistamiento de ese objeto identificado como calzoncillos y calcetines de nuestro querido vecino el sudaquilla del cuarto. El cual en un alarde de altruismo digno de admiración, no tiene ningún reparo en mostrar a todo el vecindario su ropa interior. Y nosotros los habitantes del tercer piso somos los más afortunados al tener justo delante de nuestras narices esos calzoncillos con zurraspas que tan de moda se están poniendo entre la sociedad ibicenca. Patentados por Roberto Verino, muy pronto serán puestos a la venta en las tiendas de Vara de Rey. Y que decir de ese calcetín gigante que tapa el sol cuando abro la ventana de la terraza, ese calzoncillo con el escudo del barsa que te da los buenos días en un correcto catalán, por tocar los cojones más que nada. Qué imagen, imborrable.
Bajo a la farmacia para comprar la medicación contra unos pólipos que con la llegada del buen tiempo, parecen decididos a darse su primer baño playero. Les insisto que todavía no están preparados para ello, que esperen, pues como el tiempo todo llegará; pero ni puto caso. Una masa esponjosa de casi diez centímetros de diámetro sobresale de mis narices, luchando desesperadamente contra las inclemencias de mi propio organismo, quiere romper sus cadenas y compartir con el mundo su libertad ; un intento desesperado pues yo inspiro aire con fuerza subiendo la susodicha masa pegajosa hacia arriba de mi nariz, dando al traste con todos sus esfuerzos. Una lucha continua, hacia arriba y hacia abajo, que termina con mi paciencia. DESAYUNO.- Pan con aceite y jamón. Plátano, galletas LU y café con leche.
Recojo la mesa y barro el suelo, a toda oxtia. Me encamino hacia el “OLO”, de nuevo dirección al mercadillo de San José, si no tuve bastante sufrimiento la semana pasada, otro vez guío mi rumbo a ese infierno de la tierra media ibicenca. Mi masoquismo supera mi propia desesperación. Al menos no estaré solo, pues hemos quedado los compañeros de curro para repartirnos tal sufrimiento. Solidaridad entre funcionarios.
Como era natural, el mercadillo no había cambiado mucho desde la última vez, los calzoncillos de segunda mano continuaban ahí, la ropa usada toda sucia seguía hecha un higo, los móviles robados permanecían sobre las mesas de campo y las figuras de artesanía subsistían a cambio de su falta respeto a cualquier trabajo hecho con las manos. Y tampoco había juegos de mesa que merecieran la pena. Yo buscaba un RISK antiguo, mis compañeros un Monopoly, un Trivial Pursuit, cualquiera que amenice nuestras sufridas noches, pues parece ser que el Monopoly de Spiderman ha perdido todo su atractivo entre los currantes nocturnos.
Encontramos un TRIVIAL PURSUIT pero en alemán. También otro, este en castellano pero la hippie que lo vendía debía sentirse atraída por el lado oscuro del capitalismo moderno, pues cual es mi sorpresa cuando nos pide 10 euros por un tablero roído, unas tarjetas como chupadas y una caja bañada en el extenso manto del polvo y la tierra.
- Está todo, por uno de segunda mano no vas a encontrar ninguno así – me anuncia esta experta en economía de mercadillo.
- Ya veo que es de segunda mano. Por eso no te pago lo que pides.

Pero que se yo de la economía de mercadillo. Y más el Trivial Pursuit que como los buenos vinos se revaloriza con el tiempo. Ese tablero roído por la ceniza de cigarros, cuando no digo porros, esas tarjetas manchadas por grasa que acaban de adoptar un color amarillento por encima del añorado blanco. Algunas dobladas, otras mordidas pues ¿acaso no están todas? … y sobre todo ¿quién quiere las preguntas actualizadas?. Qué sigue Felipe de presidente del gobierno, pues sigue Felipe coño. El Madrid todavía con sus copas de Europa en blanco y negro, pues ya vendrán las de color … Lo importante es ser participe de la economía de mercado, perdón de mercadillo.
Tras ser testigo de otro nuevo fracaso en mi ibicenquización en forma de Trivial Pursuit, secundo la propuesta de dirigirnos a “Sa Carroca” para degustar una parrillada de carne. En ese aspecto mi ibicenquización va viento en popa, sobre todo cuando en menos de 1 minuto he sido capaz de devorar una hamburguesa, medio pincho y una salchicha. Pero no soy el único, pues todos los funcionarios que allí nos encontramos también nos solidarizamos con ese apetitoso cuenco de carne, hasta tal punto que en media hora toda esa carnaza ya es historia. Pues si algo tenemos en común los funcionarios es nuestro buen saque y ojito con perderlo. Para terminar me tomo un licorcito ibicenco denominado Frigo …
Aparco el “OLO” y me encamino a la Plaza del Parque, en busca de esos mojitos que tan bien me sientan. Me tomo uno y me empieza a cambiar la cara, incluso con el segundo comienzo a ver un lado positivo de la isla. Con el tercero … otro día veremos donde nos lleva, por hoy ya vale. Qué experiencia digna de estudio la de estos mojitos, ya la isla no me parece un puto coñazo, veo peña por todas partes, les sigo el rollo, ahí está otro ibicenco más. Me río con la puta isla y no de la puta isla. Esta ibicenquización a base de mojitos es todo un éxito, tomaré nota. Mi aventura con los mojitos por fin llega su fin pues sus efectos son efímeros, sin embargo me despido de ellos como así lo hago de mi amiga la camarera. Antes de pirarme para keli entramos en un pub que abren hoy, de cuyo nombre como diría Cervantes no consigo acordarme, efectos secundarios de los mojitos, que le vamos a hacer. Sin embargo me acuerdo de la música que pinchaban, los Vetusta Morla; de los baños, pues me acuerdo que eché una buena meada y sorprendentemente olían a limpios; de la barra, de las mesas y las paredes decoradas con discos vinilos y de una camarera que sólo tenía escote, no sabía manejar el ordenador de la caja pero tenia un escote … porque no se si lo he dicho pero esa era un escote, un escote que en sus horas libres trabaja de camarera.
Tras ese escote, escojo irme a casa pues ya he visto bastante por hoy. Abro el frigorífico y ya tengo una fuente de ensalada previamente hecha. “Yonki” de S. Burroghs

0 comentarios:

Publicar un comentario