V

REFLEXIONES DESDE LA CLANDESTINIDAD
(Desde la "Puta Isla de Mierda", a veces, hasta los huevos de ella)

Tumbado en el colchón, sin un mínimo movimiento y sin embargo no paro de sudar, bajo mi cuerpo una estampa de sudor cubre la colcha. Esto es el verano, con su puta humedad reinante se convierte en toda una autentica penitencia. La humedad se ceba conmigo pues soy una autentica esponja, expulsando un hedor nauseabundo mi piel casi arde tras pasar por esa freidora que es la media tarde.

Decido levantarme y casi me llevo la sabana, el colchón y la propia cama conmigo, como pegadas a mi espalda por este sudor insoportable, me doy la vuelta saco las garras y jodo la madera, el colchón y todo lo que pillo por delante. Mierda tendré que ir al IKEA pienso, sin embargo en esta "Puta Isla de Mierda" no hay centros comerciales. Hay calas sobresaturadas de inútiles construcciones, hay "colgaos", fiestas ridículas, calor a borbotones, multitud de gente... sin embargo nada de centros comerciales.

Me siento frente al portátil y escucho TALVIN SINGH por fin consigo bajarme su último trabajo "OK". Mi interés por su música data desde la primera vez que escuché "Light" en la playa, fue una sensación increíble, pues de algún modo percibí cierta unión entre la música y el mar, la canción perfecta en el momento más idóneo. A veces ocurre eso, de manera inexplicable todo encaja por un tiempo, pues "Light" en Madrid no era nada, sólo unos intensos sonidos que asemejaban a la música india, sin provocar en mí una mínima atención. Pero aquí en la Puta Isla todo parece diferente y la curiosidad hurga en mi cierta ansia por descubrir más y más canciones, más y más emociones. Espero que su disco no sea una antesala de ese desnutrido Madrid que reflejaba TALVIN SINGH en su música.

Mientras escribo un matojo de pelos cae sobre la repisa de una ventana que permanece abierta, rápidamente soplo sobre un ilustre enemigo provocando que caiga irremediablemente a ese vacío que encarna "El Patio de la Muerte"; nuestro querido amigo el “Sudaquilla del cuarto” sigue con su objetivo de satisfacer a los vecinos despojándose de todos sus atuendos, primero fue su agua chorreando desde primera hora de la mañana, después fue su ropa interior encarnada en sus exuberantes calzoncillos, también fueron sus gratificantes calcetines y ahora nos obsequia con su pelo de medio metro de longitud, exportando todo su adn a través del aire que lo mueve. Pelos, excrementos, sudor, piel seca de sus sobacos, de sus tripas todo eso ha sido expuesto para gloria y reconocimiento de esta nuestra comunidad. Como solución a esta continua exposición de arte gratuita decidimos poner un toldo, sin embargo hasta mi habitación no llega, el mundo es imperfecto como un agujero y a través de él caen lo más diversos objetos.

Regreso a casa tras ver la última película de Woody Allen con la sensación de que ya nada volverá a ser como antes; no hay historia, ni ingeniosos diálogos, ni tan siquiera algún simpático personaje. Atrás quedaron “Misterioso asesinato en Manhattan”, “Desmontando a Harry”, “Annie Hall”…
Pero lo peor de todo fue comprobar como la película no tenía ningún interés para mi, es más cuando salí a mear a mitad del metraje por un segundo dude en salir por la puerta alejándome de una futura decepción, sin embargo no lo hice pues nadie tiene por qué ser perfecto y menos Woody Allen.
Todavía recuerdo mis primeros prejuicios a este director, pues pensaba que su obra sólo era la típica excusa de los “gafapastas” para tirarse el “pisto” y darse importancia en esas reuniones en las que se dice de todo sin saber de nada, “he visto la última de Woody Allen”, “…has leído lo último de … ” “ … y la última canción U2 ¿qué te parece?, son geniales”; las típicas frases insustanciales, que no dicen nada aparte de aparentar el conocimiento por un algo ya elevado a rango de sublime por una firma, por un marketing, por un status alcanzado anteriormente. Por eso me jode que la película adolezca de esa pizca de ingenio capaz de arrancarte una sonrisa, pues le falta eso, la admirable creación de un alguien que se abre a ti compartiendo sus brillantes ideas y experiencias.
En fin, que tras entrar en la web de Filmaffinity y otorgarle un cuatro como nota a esta insulsa película me acuesto, pues ya he “fichado” en un día más de mi vida y en unas vacaciones que hasta ahora, también tienen nota, las mejores de mi vida.

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