25-03-10

25/03/10 DIARIO DE UN IBICENCO
(From Ibiza with Love – Tribute Lisbeth Salander)
El despertador suena a las 9:45 y mis ojos se abren frescos, dispuestos a un nuevo día, como cualquier otro; un día más, ni mejor ni peor, pero si de mayor duración. La mañana ibicenca, el sol de un nuevo día y yo mirando la ventana. Las gaviotas vuelan, me saludan, están agradecidas a ese sol, del que disfrutan desde esa azotea. Saben que el verano se acerca, y como todos hacen sus preparativos. No tienen que comprar ni toalla, ni chanclas, ni nevera pero sin embargo están nerviosas, vuelan y planean ansiosas por llegar a la playa. Deseosas de que remita este aire y sólo permanezca el sol. Saben que esta es la mejor fecha, esa especie denominada injustamente humana, pues cada vez posee menos rasgos de humanidad, no llena completamente la isla. Pueden realizar sus vuelos sin temor a represalias, planear sobre las aguas, sobrevolar los alcantilados en busca de los más exquisitos pescados. Sólo ellas sin intrusos que las entorpezcan.
Me estiro, son las 10:00 cuando decido poner música, suena FINK con “Sort of revolution”, gran tema y gran disco, me da tiempo a escucharlo mientras desayuno flaó y aún no es tarde. Escribo este “Diario de un Ibicenco” un nuevo día, me siento orgulloso pues me levanto pronto y mi cuerpo responde. Una nueva mirada al sol, levanto el pulgar en señal de aprobación.
- Estás haciendo bien tu trabajo, chaval – le digo

Carrerita por el paseo de Pacha, mi amiga runner continúa con su carrera está cansada, cansada por el peso de los kilómetros, cansada de los continuos pitidos provenientes de los coches y de las furgonetas que circulan por la carretera. Todos la ániman, aunque no es un apoyo muy objetivo, pues de sus palabras no se desprende ningun argot que tenga algo que ver con el atletismo. Pero que se yo si mis poros no desprenden ese sudor ibicenco, ese sudor que baña las cabezas de estos obreros que desde su camión la pitan, incluso se oyen hasta sus gritos. Como me sorprenden estos ibicencos, nunca imagené esa devoción por apoyar a los humildes corredores de la fortuna. Lastima que sus gritos se concentren en las corredoras, pero algo es algo. La miro y sonrío, mientras hago mis pertinentes estiramentos, ella también me sonríe; parece estar acostumbrada a los pitidos, a levantar pasiones, a atraer la atención del sexo masculino. Por eso continúa con sus certeros pasos, su pausada respiración, la meta y el descanso está cerca; al contrario que yo, pues comienza mi sufrimiento particular. El sol se esconde para dar comienzo mi lucha contra un aire que hace presagiar un tormenta, sin embargo mis piernas aguantan y dolor en los isquiotibiales no parece ser tan fuerte como en anteriores ocasiones. Una nueva lista de reproducción me entretiene mientras mantengo un ritmo no muy rápido, mi corazón me lo agradece no acelerando las pulsaciones del mismo. Decido parar tras rozar los 5 km. tengo molestias en el soleo, no quiero joderla, máxime cuando es uno de los pocos musculos que no me había dado mucha guerra hasta ahora. Estiro y pillo el “OLO” hasta el gimnasio. Sesión de pesas en el NIRVANA de playa Bossa, cansado como estoy no tardo murcho en dirigirme a los vestuarios. El agua es fría, pues sólo hay fría, ni templada, ni caliente. Es lo que hay. Mis musculos están duros, es lo que tiene el agua fría, fortalece tu cuerpo; excepto esa tripita y esas pistoleras tan blanditas, tan irreales en un isla que traspasa los límites del culto al cuerpo. Miles y miles de cremas. Todas con una función esperpentica pues al tiempo no se le engaña, pasa y ya está. Una graciosa curva y unas pistoleras rememorando los vienos westerns de John Wayne, ese es mi homenaje a TeleMadrid. El contraste duro y blando, un contrasentido con el que peleamos durante toda nuestra existencia. Salgo del gimnasio, el aire aprieta, demasiado pronto para una sudadera de manga corta, sobre todo cuando aparco a casi 20 minutos. Es lo que tiene CAN MISSES, es lo que tiene vivir en un sitio centrico, aunque yo diría … ¡¡¡es lo que tiene vivir en esta puta isla de mierda!!! COMIDA.- Filetes de ternera y ensalada. Melón de postre. Veo los últimos instantes de “SE LO QUE HICISTEIS” para posteriormente meterme en el sobre. Hoy toca siesta. Que gran invento.
Son las 19:30 me dirijo al “Ibérico” a ver ese “Getafe- R.Madrid”, al R.Madrid le pueden dar mucho por culo después de su ridículo en Champions, pero una amena charla tomando un RED BULL siempre es aconsejable. De vez en cuando debo dejar de escribir. El “Ibérico” no parece lleno, no es de extrañar en una isla dominada por tanto gen catalán. Rodeado de fumadores el ambiente cada vez se hace más denso, como los goles que le están cayendo al pobre Getafe. Otro gol de Higuain, el muy cabrón bien se los podía haber marcado al Olympique. Mientras a mi vera un hombre pegado a su puro, cada calada de ese tubo de escape, supone inundar el bar de su apestoso humo. La gente sigue fumando. Delante nuestro un clon de Hitler, joder que miedo, calcado en su bigote, con la raya a un lado, fumando un cigarro. Se mueve por el bar haciendo gestos, miedo le tengo, con un puto nazi ya hubo bastante. Sin embargo se entretiene con su cigarro, mirando el futbol, gracias a Dios por ese futbol como opio del pueblo. Del canasto de pipas, no queda ya ni la cascara y aún queda la segunda parte, tiene buen saque el compañero de curro.

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