VI

REFLEXIONES DESDE LA CLANDESTINIDAD(Desde la "Puta Isla de Mierda", a veces, hasta los huevos de ella)

He soñado como llovía, bajo un primer plano las gotas caían en un vaso de cristal, luego un patio repleto de gente mojada, escondida tras sus capuchas y yo me encuentro ahí sólo observando a ese cruel enemigo que se acerca paso a paso, pues el tiempo pasa inexorablemente mientras el verano devora sus últimos instantes. Puto subconsciente de mierda, ¿por qué me atacas?, ¿que me quieres decir que la puta estación invernal ya está ahí?, joder no me hace falta interpretes para saberlo, ni tan siquiera tú haces falta, sobre todo si me das la espalda.
No me gusta soñar, tengo demasiadas cosas ahí encerradas ansiosas por atacarme, escondidas en una cruel aglomeración digna de una hora punta en el metro de Madrid. Cada vez más mis sueños representan mis miedos, mis fobias, mis falsas esperanzas, mis desilusiones… todo lo malo se antepone a lo bueno cuando no estoy alerta controlando lo que ocurre dentro esa azotea que es mi cabeza. Demasiados muebles inservibles que no han sido relegados al ostracismo.

Entro en Internet mientras caen las primeras gotas de lluvia, ahí está la cruel realidad, como si mis sueños predijeran una especie de inutilidad futura, chispea durante unos minutos, sólo es eso, segundos convertidos en cortos minutos, sin embargo ya pienso lo peor, soy presa de una desesperante fragilidad emotiva, no soy más que eso, un velero que se mueve empujado por el viento, pues no cuento con un motor, ni helices, ni nada de eso.

Navego por Internet y reparo en el cinturón abdominal ABS & CORE, menudo invento lo de la teletienda, entro en los foros y la gente pregunta si es cierto que no es necesario hacer ejercicio para quitar esa grasa que cubre los abdominales. Sonrío, y observo las fotos de ese héroe escapando del anonimato, bajo su apariencia se esconde cierta desesperación cercana al engaño. Hay que ser gilipollas para creer que mientras estás sentado o tumbado un cacho tela impregnado de sobrecargas eléctricas va a hacer tu trabajo. Pero es lógico tal fantasía, a nadie le gusta sufrir, ya sea ejercitando esa abominable tripa o preso por la más cruel de las dietas, el deseo por el mínimo esfuerzo sin sudor y sin lagrimas eso es lo que queremos.


Veo “SE LO QUE HICISTEIS…” nuevo formato, nuevas paridas y de nuevo más y más risas, me parece increíble que aún sean capaces de hacernos reír, sobre todo cuando tienen a la competencia jodiéndoles una y otra vez, pues es más fácil destrozar todo aquello que sobrevive a la mierda que crear un nuevo edén, ya no se construye a partir de fuertes pilares, se derriba cualquier creatividad que prevalezca sobre el formato original de caos e inutilidad que domina la puta televisión.
Me encanta Patricia Conde, pues tiene esa originalidad y esa gracia digna de admiración, interpreta el papel de tonta y sin embargo mantiene un envidiable carisma y espontaneidad que provoca que la cámara se enamore de ella y te haga reír una y otra vez. Espero que continúen siendo los mejores y mantengan contra viento y marea la única ráfaga de aire fresco que nos queda.


Decido ir a correr, una arriesgada decisión pues tras cada carrera me diluyo en mi mismo más y más, mi sudor puede con todo quedándome en la más absoluta nada. Nunca el running fue tan sincero con una persona, como un barato psicoanalista me muestra lo que somos “silencio y polvo, y entre medias mucho ruido”, como diría Pedro Juan Gutiérrez.
Sin embargo no tengo otro remedio que exponerme a la brutal humedad que corroe esta “Puta Isla de Mierda”, pues tras el cumpleaños de anoche llega la cruel resaca convertida en una verdad con efectos secundarios, que toma una familiar forma, la de esos “añorados” pliegues que vuelven a rodear mi cintura. En fin, iré a correr me llevaré esos pseudo cascos cada vez más estropeados e intentaré ir a mi ritmo, el de un cada vez más lento proceso de peregrinar sonambulesco.

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