02-04-10

02/04/10 DIARIO DE UN IBICENCO
(From Ibiza with Love – Tribute Lisbeth Salander)
En una soleada mañana ibicenca consigo abrir mis ojos y cuál es mi sorpresa al notar como de mí sobresale una sospechosa curva, la curva de mi tripa ha vuelto de nuevo a mí, serpenteando como un vil reptil, ha aprovechado mis continuos descuidos para instalarse de nuevo. Y no se ha instalado de forma temporal, pues ha huido de cualquier pensión, ni siquiera está pagando alquiler, la muy cabrona se ha construido un duplex con piscina, jacuzzi, plaza de aparcamiento y no cuantas cosas más. Cuanto más la miro más gorda me parece, incluso su forma me hace añorar aquellas mañanas de resaca, aquellos oscuros botellones donde mi estomago se inflaba e inflaba como un puto globo. Aquí está mi tripa y ha vuelto para quedarse de nuevo conmigo, mi fiel compañera.
- ¿Por qué has vuelto? Joder te podías habías quedado donde estabas.
- No digas eso, se que me echabas de menos. – me dice la muy puñetera.
- Y encima ahora que llega el verano, tiene cojones la cosa ¿qué hago yo ahora? – la replico indignado.
- Mejor que esté contigo. Hazme caso cuando estés en una cala luce esta curva, deberías sentirte orgulloso de tenerla. Coño que soy la curva de la felicidad, parece mentira que no lo sepas – me dice la muy cabrona descojonandose de mi.
- Unos cojones. Ahora mismo me voy a correr. No quiero verte más – la interrumpo encolerizado.

Rápidamente me visto; pantalones cortos, sudadera y mis SAUCONY, preparado para correr, sólo falta elegir la lista de reproducción adecuada. Recorro las calles ibicencas dirección al paseo de Pachá, a ritmo lento pero constante, mientras mi tripa no para de tocarme los cojones:
- ¡Pero donde vas no seas cobarde, jejejeje!, ¿Quién te persigue, quien te persigue? Acaso ¿tienes prisa?; oye, ¿al menos dime por que corres?; ah, que estás persiguiendo a alguien, pues habermelo dicho antes.- me grita, mientras subo el volumen del ipod para no escuchar sus continuas gilipolleces.
- Que te jodan, no pienso escucharte.
- Uy que maleducado, no pienso escucharte, pues tu te lo pierdes chico. Con lo a gusto que estarías tomándote una cervecita o un mojito; no te gustaría tomarte un mojito en una terracita, tan fresquito y no corriendo como loco y sudando. Porque no veas como sudas, coño pareces un cerdo, joder. Y que olor a chotuno.
- Te jodes, si no hubieras venido no estaría sudando tanto, joder ¿por qué no te quedaste en tu puto exilio de mierda?
- Porque tengo que volver, es inevitable, tu sabías que volvería. Oye ¿hasta cuando vas a estar corriendo?. Mira, mira que tía más buena; joder que culo. Párate, párate y dila algo. Pero ¿por qué no te paras, por qué la dejas atrás?, con ese pedazo de culo. ¿Pero se puede saber donde vas tan deprisa?
- Tengo que hacer que desaparezcas.
- Eso es imposible, sólo podrás esconderme durante el tiempo. El truco de dejar de respirar, encoges la tripa y ya está. Ese es al único acuerdo al que podemos llegar.
- Entre tú y las pistoleras me estais jodiendo la vida.
- Disfruta de la isla joder, la vida es bella. Una hermosa tripa y unas buenas pistoleras.

Y corro y corro por el paseo con mi característico trote cochinero, pero todo es en vano mi tripa mi tripa ha vuelto y no de visita. Tras reconocer la supremacía de esta tripa curvilínea llega a un acuerdo amistoso con ella, al menos vestido mantenemos cierto status, escondida tras la ropa no llamará excesivamente la atención. Se mantendrá en un silencio tan gratificante como tan deseado.
De vuelta a casa un buen baño, en lucha continua con los grifos de la bañera y su constante manía en cambiar repentinamente la temperatura del agua, a ratos fría a ratos caliente, el caso es tocar los cojones constantemente. Salgo del baño me seco y escondo la tripa entre mis adentros, sólo cuando cojo aire pues cuando lo expulso esta vuelve aparecer en un movimiento tan hipnótico como apasionante. Me preparo la comida con pasta y algo de carne es suficiente. Abro la ventana y ahí sigue esa bucólica imagen de unos calzoncillos, de unos calcetines todavía colgando mágicamente sobre una cuerda del tenderete. No estoy yo sólo, pues todo el bloque ha dejado lo que está haciendo para salir a sus terrazas y observar esos calzoncillos todavía zurrasposos y esos calcetines todavía con roña. Es historia viva, nuestro gran vecino el “Sudaquilla del cuarto” nos obsequia con su ropa interior. Gracias por este regalo. Cierro la ventana esta imagen hipnótica no debe retrasar mi comida. Lo siento en el alma pero nunca he sido un gran entendido en arte textil. Mis vecinos no lo entienden pues ellos siguen observando tal obra de la naturaleza. COMIDA.- Macarrones y un filete de cerdo. Mientras degusto este exquisito manjar aparece el compañero de piso victima de otro de sus gratificantes monólogos.

MONOLOGO DE LA PERICA:
(Disensiones desde la clandestinidad – Club de la Comedia Ibicenca)
- Oye que estas comiendo; oye muy buena pinta tiene esa pasta, ¿qué has ido a correr esta mañana?, muy bien así corres por mí, jejejeje, yo ayer estuve viendo porno, ¿tú te has traído porno?, 50 gigas de porno me he traído yo. ¿Tú cuanto porno tienes?
- Yo tengo 3 películas por ahí.
- Pero eso no es nada ya te las habrás visto; yo tengo 50 películas, ¿tienes cable USB? te las paso para que las lleves al portátil. Yo ya he visto algunas hasta tres veces, otras no las he visto. Hay una que me gusta mucho, “Pica, pica la perica” se llama, jejejejeje. Es muy buena, hazme caso. ¿Tienes cable USB?
- No, no tengo
- Una pena porque son 50 gigas, te las pasaba si tuvieras cable USB. Tres películas no son nada, ya te las sabrás de memoria. Yo la de “Pica, pica la perica” me la se de memoria, pero es muy buena. Tú si te compras un cable USB dímelo que yo tengo porno de sobra. Y películas buenas. Yo con la “Pica, pica la perica” no veas no paro. Sale una rubia con unas tetas, y otra que no veas. Comprate el cable USB, hazme caso. Que lo se yo que te va a gustar las pelis que tengo.
- Mañana. Ahora voy a ver el castillo
- ¿Cuál el de arriba?, bufff menuda cuesta tiene eso. Ves despacio, casi mejor que quedaras viendo porno, además estas peliculas que tengo yo son de dvd, que no son ni screaner. Aquí se ven mejor las tetas. Menudas películas más buenas tengo. Tu píllate el cable USB y ya verás.

Y ahí dejo al gran monologuistica ahora realizando tareas de crítico cinematográfico para por fin visitar el puto castillo ibicenco, de las pocas cosas que aún me quedaban por visitar. El castillo se alza en una cuesta de difícil acceso, cada vez más cansado intento pararme y coger aire cuando veo algún curioso objeto.
Primero, unos calzoncillos extralargos, tendidos bajo un tenderete ofrecen una visión lúdica de lo que puede ser una buena cagada, así todavía no limpios del todo con un zurullo resplandeciente en la parte trasera, podemos imaginar los pedazo de pedos que podría tirarse el dueño de tan preciados calzoncillos. Parece una moda hacer público la ropa interior a cualquier turista, a cualquier ibicenco, incluso al mundo entero. Nuestro vecino el “Sudaquilla del Cuarto” está creando escuela, sus seguidores crecen por miles; es todo un renovador este vecino que tengo.
Junto a mi parecen subir decenas de nazarenos, con velas y toga blanca me hacen pensar que no muy lejos haya una iglesia. Y muy pronto una procesión.
Me paro de nuevo, primero para coger de nuevo aire y segundo para intentar leer una placa conmemorativa. Como está escrita en catalán no entiendo una mierda.
Sigo subiendo como así lo hacen más y más nazarenos, en una pared veo los moldes de las manos de ciertos personajes públicos que también subieron la cuesta. Penelope Cruz, (…), si consiguieron subir ellos ¿por qué no lo voy a hacer yo?.
Por fin conquisto la cima y sobre ella una catedral, mientras todo el mundo espera el comienzo de la procesión yo hago fotos desde arriba, unas bonitas vistas y por tanto unas bonitas fotos. Junto a la catedral, junto a los nazarenos, seis y hasta siete legionarios se mezclan junto a un nutrido grupo de ibicencos. Todos esperan que salga el santo, pero yo decido irme, pues con la legión hemos topado y de ahí no puede salir nada bueno. Además ya es tarde y misteriosamente siempre que veo al ejercito me entran ganas de cagar.
Bajando a una velocidad prudencial, sorteo las decenas y decenas tanto de nazarenos como de músicos que suben la cuesta para llegar a la catedral ibicenca. Yo bajo cada vez más deprisa, primero porque mis ganas de cagar aumentan de forma alarmante y segundo, no sea que les falte algún costalero y me pillen a mi por banda. Ya se que hay unos cuantos legionarios que esos valen más que piensan pero hay que prevenir antes que curar y yo no estoy para grandes esfuerzos.
Joder con los curas que cabrones son, podían hacer una iglesia en un lugar que cuente con un acceso más fácil. Sólo con imaginarme bajar cargado con el santo a cuestas y luego subir de nuevo la cuesta para traerlo, buffff me voy corriendo, me voy corriendo.
Llego a casa y rápidamente descargo la mierda que tenía dentro, joder lo que pesaba la muy joputa, que descanso. Todavía no me creo que de mi cuerpo salga toda esa mierda. El ser humano parece estar podrido por dentro. Unas veces más que otras, eso pienso yo con sólo ver la mierda que llevaba dentro. Menos mal que he llegado a tiempo, es lo bueno que tiene Ibiza, como todo está cerca si te entran ganas de cagar puedes dejar lo que estés haciendo, para cagar en casa. ¿Pues donde vas a cagar mejor que en tu retrete?. Si hay que cagar en casa como en ningún sitio.
Quedo con un compañero para tomarnos algo en la Plaza del Parque, yo me decanto por un mojito, hace tiempo para ello. Una sabia decisión pues el mojito está de puta madre y sube que no veas. Qué felicidad. Tan feliz como nuestra camarera siempre sonriente, con un tipazo que no veas, nos trae patatas fritas constantemente. Me siento feliz, aunque parezca mentira hoy he encontrado cosas buenas en la isla. Primero los mojitos, están cojonudos, muy bien hechos. Y segundo, que al estar todo tan cerca siempre que me entren ganas de cagar podré acudir a casa y sentarme en mi retrete y cagar tranquilamente. Hay Ibiza que alegría me has dado hoy.

0 comentarios:

Publicar un comentario