22-01-10

22/01/10 DIARIO DE UN IBICENCO
(From Ibiza with Love – Tribute Lisbeth Salander)
1 café con leche, 1 COCA-COLA y no se cuantos días sin Internet. Me despierto con RN3, los Barricada están sonando en acustico mientras el DROGAS comenta el nuevo disco del grupo. Compra diaria.- Pan de rosca, ensaimada y el periódico “El Mundo”. DESAYUNO.- Ensaimada y leche con cola-cao. Quedo con un compi del curro para tomarnos algo y así de paso conocer un buen bareto en el que pueda ver los partidos del R.Madrid. Una COCA-COLA y dos cañas no parecen motivo suficiente como para que nos pongan un mísero pincho, ni unas aceitunas vamos. Le pueden dar mucho por culo al R.Madrid, si no me ponen tapa. Me voy al gimnasio, pero esta vez opto por acercarme al que se encuentra en la carretera del Aeropuerto, quizás la tia buena de la recepción se encuentre allí. Mala decisión pues cuando entro a los vestuarios observo como estos guardan un parecido más que razonable con las pocilgas de los cerdos. Las paredes, por ejemplo, se caracterizan por almacenar admirablemente el A.D.N de cada inquilino, bien en forma mocos o en forma de gapos y esputos de diferentes colores (verde oscuro, rojo transparente, …) y distintos tamaños, combinado todo con una gran variedad de pelos de cuya procedencia prefiero no imaginarme. Comienzo a arrepentirme de no haber meado en casa, pero no tengo el cuerpo yo como para estar aguantando mucho tiempo y decido correr el riesgo. Así, mientras meo observo anonadado este idílico paisaje; las taquillas, por citar un ejemplo, combinan admirablemente su falta de higiene con sus numerosos destrozos, dandoles un aire retro muy a la vanguardia actual, todo ello bañado en un oxido “made in ibicenco”. Y que decir de los suelos, negros como el tizón … que sin embargo despiertan la curiosidad en mi, al intentar averiguar el color original de las baldosas; todo un ejercicio para la mente y el intelecto, que sin duda tendrá efectos más beneficiosos que los de un SUDOKU. Bueno, bueno y pecado sería olvidarnos de los retretes … comentar que tras haberme sacado la chorra silenciosamente, no vaya a despertar a las millones de bacterias que los pueblan, opto muy acertadamente por mear a una distancia más que prudencial, no sea que por “menos de na” me coman los cojoncillos. Tras pasar a la sala de pesas, gracias a Dios más limpias que los vestuarios, me fijo en la piva de recepción. Sinceramente no está mal, y a pesar de contar con unos hermosos ojos azules bastante atrayentes y una cara muy sensual, yo no paro de fijarme en su trasero. Que le vamos a hacer. Tras el cambio de turno la chica se despide de mi, sería una gran noticia si no fuera porque soy el único que permanece en la sala de musculación, dando el callo, bueno más bien haciendo que hago algo. Espero que no se cambie en los vestuario, pienso. Efectivamente, se pira sin cambiarse, que menos. También me doy cuenta como las maquinas son de la misma marca que el gimnasio del barrio, “GERVASPORT” ni más ni menos. La verdad casi todo me recuerda al barrio; los vestuarios hechos una puta mierda, las maquinas son las mismas, lo único que varia es que en la recepción no tienen a una rusa con mala leche. COMIDA.- Pescado guisado. Preparo la comida para el curro y como me sobra algo de tiempo decido ir al cine, “Salomon Krane”, según el cartel del director de Conan, todo un detalle el avisarnos quien es su director más que nada porque si Conan no fue una obra de arte la mierda de peli esta no te pilla de sorpresa. Muchas gracias por avisarnos del bodrio este. CENA.- Ensalada de pasta y yogurt con pan tostado. Tras limpiar los fuegos y barrer los suelos aparece, como no, mi “compañero de piso” preocupado en esta ocasión, por la organización y colocación de latas, envases, bolsas … en los diferentes cajones del armario. Sin duda un tema de gran trascendencia que merece un monólogo:

MONOLOGO DE CÓMO APROVECHAR EL ESPACIO DEL ARMARIO:
(Disensiones desde la clandestinidad – Club de la Comedia Ibicenca)
- Oye tio no colocas bien las cosas en tu parte del armario, te he movido las cosas, ¿ves? te he dejado un hueco más en el armario, a mi no me hace falta. No colocas bien las cosas, mira yo, ¿ves? me sobra con la parte de arriba. ¿A que lo tengo bien colocado?. Te he tenido que colocar yo todas las latas, ¿a ver lo que te durán así? Ves como yo aprovecho el espacio, ¿tú de que maneras las ordenas? ¿sigues un orden especial? mira yo como aprovecho el espacio. Si es que tenías un desastre montado… te lo he ordenado yo. Mira esas latas de escabeche, ¿son tuyas? si son tuyas, ¿ves que bien pueden estar colocadas? y no he tardado nada. ¿tú como las colocas para no aprovechar el espacio? ¿qué orden sigues? dime, como las colocas, te he tenido yo que colocar todo, ¿no te habrá molestado?
- No que va. – le comento al observar perplejo el nuevo orden mundial que rige el interior del armario
- Ah bueno, es que una vez compartí piso con uno que era muy raro, no me dejaba entrar a su habitación, y que “era su espacio” me decía, era buen tio o eso parecía, pero era muy raro, ¿no te ha molestado, entonces?, además te he dejado una balda más para que tengas más espacio, porque no te veo yo muy ducho colocando las cosas, no aprovechas bien el espacio, que lo se yo. Mira yo, ves que bien aprovechado lo tengo; he visto yo que no lo aprovechabas bien; eso te pasa porque es la primera vez que compartes piso ¿a que si?, lo he visto yo. A mi me pasaba igual, ¿te he dicho que he compartido piso antes?
- Si – le contesto sin saber porque he dicho eso, ni como he sido capaz de decirlo y lo que es más importante si tal afirmación puede conducirnos al trágico bucle infinito que suele dar al traste con estos magníficos monólogos que rodean mi más que gratificante estancia ibicenca.
- Bueno pues yo compartí piso con un tio que era mayor que yo y le pasaba como a mi me pasa ahora, que te veo que no sabes aprovechar el espacio, ¿al principio tampoco sabías fregar y barrer?, pero ya vas aprendiendo poco a poco, pues lo mismo con el espacio, ya irás colocando mejor las cosas, ¿por qué hay que aprovechar mejor el espacio, sabes? igual que barrer … ya vas aprendiendo ¿a que si?; a ver, ¿a que no habías cogido un cepillo en toda tu vida? que lo he visto yo. Y una fregona pues igual. Por eso ya te digo yo “lo de aprovechar los espacios”, eso es importante, hazme caso que lo se yo, ya me lo dirás y te acodarás de esto. Mira como te he colocado yo las latas y la leche, ¿oye no te molesta?, te he dejado una balda más, mira, mira yo donde guardo la cerveza del eroski, ves??, ves como aprovecho el espacio ¿Por cierto, quieres una cerveza del eroski? yo me voy a beber una en el salón que están poniendo una peli muy buena.
- No me voy a sobar que mañana curro
- Ah es verdad, bueno que descanses ¿oye y no te habrá molestado que haya colocado las latas y los botes de otra manera? hay que aprovechar el espacio, es importante.
- Que no, coño. Me voy a sobar que mañana me tengo que levantar pronto.
- Bueno pero porque mañana trabajas sino nos tomábamos una cerveza en el salón

Me meto al sobre pronto, aprovechando el máximo espacio que me ofrece el edredón pues mañana parece ser que hay que currar, ay que joderse. Sobre todo porque el espacio que va desde casa al curro no es muy amplio y no sé si voy a saber aprovecharlo.

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