20-01-10

20/01/10 DIARIO DE UN IBICENCO
(From Ibiza with Love – Tribute Lisbeth Salander)
Un NESCAFÉ, una COCA-COLA y un cortado. Tras despertarme un día más con los putos 40 kriminales de los cojones y su programa de mierda “Anda Ya”, decido no volver a escucharlos. Sobre todo por sus bromas absurdas y su pésimo locutor, que desde luego no se para donde andará, si por aki o por allá, pero gilipollas es un rato largo. NOTA.- Cambiar de dial el radio-despertador, más que nada porque ya desde primera hora, sólo con abrir los ojos, ya estoy de mala oxtia. Compra diaria.- Pan ibicenco, ensaimada. Pescado fresco procedente del “Mercat Nou” DESAYUNO.- Ensaimada ibicenca con café. Tras la rutinaria compra en el "Mercat Nou" y esperar casi media hora mi turno, mi suerte no hace sino mejorar cuando mi compañero de piso, este semidesconocido "Einstein Ibicenco" me pregunta que he comprado:
- Nada he ido "al Mercat Nou" y he comprado algo de merluza para hacerme un guiso de pescado - le contesto temiendome un nuevo monologo ibicenco.
- Has comprado "pescao fresco" ¿como es que compras pescao fresco?, compra "pescao congelao", ¿por qué no compras pescao congelao?, ¿no te gusta el pescao congelao?. Cuanto te ha costado la merluza esa. ¿No te gusta el pescao congelado? Voy a conseguir yo que comas pescao congelado. ¿No has probado el pescado congelado?. Un día vamos a guisar pescado congelao, ¿no te gusta el "pescao" congelado?, ¿lo has probado alguna vez?, si sabe igual, un día vamos a hacer "pescao congelao". ¿No te gusta el pescado congelado?
Demasiadas preguntas e interrogantes para responder en un sólo instante, por lo que decido huir al único lugar donde el eco de su voz retumba mínimamente, la habitación del SR ROCA, o sea el cuarto de baño. Tras cerrar la puerta decido ponerme a cagar: "Ya que estoy aqui, aprovecho y me lo quito de en medio", pienso muy acertadamente. Tras sufrir más de lo normal para expulsar un modesto truño mañanero, tiro de la cadena y me dirijo nuevamente a la cocina, donde mi "compañero de piso" continúa con su "monologo" particular:
- ¿No te gusta la merluza congelada?; voy a conseguir yo que comas merluza congelada.¿La merluza congelada sabe igual que la fresca? ¿No te gusta la merluza congelada?. ¿Oye donde vas?
- Me voy a dar una vuelta - Contesto buscando una salida airosa a tal situación.
- Ya que sales pásate por el Eroski y mira los congelados a ver si la pescadilla está de oferta, tu prueba la pescadilla congelada verás como sabe igual que la otra. ¿NO TE GUSTA LA PESCADILLA CONGELADA? - se le oye decir desde las escaleras del portal.
- Si hombre si, ahora mismo me paso por el Eroski - pienso en un afán casi enfermizo por llegar lo antes posible a la sección de “monólogos congelados”.

Vuelvo a quedar en el AZUL con el compañero del curro para que hoy me enseñe una carnicería en condiciones. Tras pedir un cortado me vuelvo a percatar de lo buena que está la camarera; tiene unos ojos negros que combinan a la perfección con un moreno envidiable para las fechas que estamos. Y menudas curvas. No muy exageradas, eso si, pero si muy agradables para la vista, algo que es de agradecer. Desde luego hay personas que la ropa le queda que ni aposta se la hubieran hecho. ¿Como unos vaqueros pueden quedar tan bien ajustados, manteniendo esa proporción tan exacta?. Increible como son capaces de marcar ese provocativo trasero, como se ajustan por esos perfectos muslos e incluso por los tobillos … parecen hechos a medida. Joder quien fuera sastre así, pienso. Pero no sólo las formas son agradables en esta chica, puesto que su morena cara de niña buena y su media melena rozando el pelo corto te atrae como si de un imán se tratase. Lastima que no nos sonría, pienso cuando nos sirve el café . Sin embargo, mis ojos no hacen más que fijarse en su trasero cada vez que se acerca por nuestra mesa, posiblemente sea presa de mi curiosidad por saber de qué marca son esos vaqueros que tan bien se ajustan. Al salir del bar y con riesgo a precipitarme, llego a la conclusión que la mejor opción si no quieres poner aperitivos a los clientes es poner tias buenas como camareras y si van con vaqueros ajustados, mejor que mejor. COMIDA.- Carne guisada a lo ibicenco. Escribo en la habitación mientras a mitad de la canción “Rock Superstar” de Cypress Hill entra mi compañero de piso”, parece que ahora sirve monólogos por partida doble, e incluso a domicilio podría decirse; no se si en un mismo día seré capaz de asimilar tal multitud de conocimientos:
- Qué pasa tio, esa música a tope, esos no son de mis tiempos, ¿esa música no es de Internet?, joder si tienes un altavoz, sale de ahí la música, ¿Dónde tienes la radio?, ¿cómo se llama esta música? ¿Quién canta esto? no se le entiende, ¿qué es ingles?, ey tio muevete, mira como me muevo yo. Oye ¿te has bajado esto de Internet? Si me dijiste que no cojías Internet, ¿desde tu habitación se coge Internet?; oye que te has comprado, que tienes ahí – me dice señalandome el calentador de te
- Un calentador de te
- Tanto té bebes, ¿anda ya?, no me lo creo. Para que bebes tanto té, si tengo yo ahí cerveza del Eroski ¿para qué te has comprado eso?, qué pijo, que pijo; dale voz a la música ¿se puede dar más voz?, ¿Cuántas tazas de té has bebido hoy?, no te compres eso hombre; ¡¡¡TIENES QUE AHORRAR TIO!!!! ¡¡¡TIENES QUE AHORRAR!!!!
Y estas sabias palabras dieron paso a un nuevo monologo:

MONOLOGO DEL AHORRO:
(Disensiones desde la clandestinidad – Club de la Comedia Ibicenca)
- ¿Cuánto te ha costado eso?; pero tanto té bebes, no me lo creo. Y esta otra taza, esta es nueva, ¿cuánto te bebes? no bebas tanto té tengo yo cervezas tio, la cerveza es muy buena para la dieta; ¿no te gusta la cerveza? ¿Cuánto te ha costado la taza grande, esa? ¿Y que dices que eso calienta el té? ¿Cómo lo hace tio, explicame?; que pijo eres, que pijo eres ¿Cuánto te ha costado todo eso?, ¿Dónde lo has comprado? ¿Dónde has comprado la taza esa?
- En una tienda que se llama “La Casa de Té”
- ¿La casa de qué? ¿Cómo dices que se llama? ¿y donde está eso, donde está? aquí en Ibiza, que pijo eres, que pijo eres; y dices que eso calienta el te ¿cómo lo calienta? Ya se ha acabado la canción, ¿qué va por pilas la radio? y ese altavoz ¿cuánta potencia tiene? ¿oye y esa taza cuánto dices que te ha costado? no me creo yo que caliente el te ¿cuántas tazas de te cogen en esa tetera tan grande? ¿no pones música ya? A mi me gusta Camilo Sesto ¿no tienes a Camilo Sesto? Y Nino Bravo, ¿no te gusta Nino Bravo?, ese es muy famoso. Mira, mira que marcha tengo. ¿Oye cuanto dices que te ha costado eso? ¿De verdad que eso calienta el té? pero ¿tanto te bebes? no se para que te compras eso, joder tio tienes que ahorrar ¡¡¡¡TIENES QUE AHORRAR!!!!. Hay que ahorrar, ¿no quieres ahorrar o qué? Tengo que conseguir yo que ahorres, tienes que comprarte un piso tio, no te gastes el dinero en eso, tienes que ahorrar, ¿cuanto te ha costado eso?
- El qué … - le digo sin saber a qué se refiere, pues mi mente no es capaz de asimilar tanto “ahorro”
- La taza esa tio, la taza ¿o es un calentador? se llama calentador ¿no?; mucho dinero te habrá costado, tienes que ahorrar. Ya me encargo yo de que ahorres. Este año te tienes que comprar un piso en Madrid, de eso me encargo yo. O no quieres vivir sólo. ¿Y todo eso te lo vas a llevar a Madrid?; bueno pesa poco, ¿lo vas a llevar en avión? como lo factures te lo rompen, lo se yo. No lo tenías que haber comprado, ahora te lo van a romper. ¡¡¡Ah bueno que tu tienes coche, lo metes en el maletero y listo!!!. Eso te coge en el coche, es pequeño. Pero claro como metas muchas cosas. ¿Te va a coger todo eso en el coche?
- Si no me coge hago dos viajes
- Pero tio tienes que ahorrar, no vas a estar viviendo siempre con tus padres, hombre por mi te puedes quedar aquí aunque no bebas cerveza; pero ¿de verdad bebes tanto té? ¿Cuánto té bebes al día? beberás mucho ¿si no para que te compras eso? Oye si doy aquí sale Nino Bravo, a ese le conozco. No soy tan marchoso como tu, pero a mi también me va la marcha, ¿oye a donde vas ahora?
- Me voy al cine – le contesto en mi afán por escapar de un no muy lejano bucle monologuistico
- Oye pero te vas tu sólo al cine, y no vas a salir esta noche, oye tio que tienes que salir, tienes que conocer gente, a ver si follas con alguna tia de aqui, Oye ayer casi follas con una jejejeje!!!; yo desde que llevo aqui todos los días casi follo con una, jejejeje!!!; oye tio que tienes que salir, hay que relacionarse con la gente, me han dicho que hay cada tia ... esas follan en cuanto te ven, ¿vas a salir esta noche?. Hazme caso que hay cada tia, ¿sales esta noche?
- Solo al cine, estoy ahorrando tio, tengo una cuenta ahorro vivienda para pillarme un piso
- Muy bien tio, me alegro, hay que ahorrar. Pero tienes que salir tio. Hoy tienes que salir, hay que relacionarse, yo casi follo ayer, has visto la rumana como está cuando tiende la ropa, como me mira, yo casi follo con ella; oye tio muy bien me alegro que ahorres, pero hay que salir tio; hoy tienes que salir no hagas lo que yo que no salgo, pero yo ya soy viejo, pero tu tienes que salir, hay que ir a por ellas tio, hay que salir, tienes que salir. Ahora cuando salgas llama a la rumana, das a la puerta y le dices que vas a salir, yo ayer casi me la follo y antes de ayer también casi me la follo y todos los días casi me la follo, jejejejeje!!!!. Hay que salir tio. Oye ayer tu también casi te follas a la Rumana, eh, que lo se yo. A mi no me engañas.
- Vale tio, me voy – le comento mientras cierro la puerta del piso sin que ello suponga escapar de ese bucle infinito que se oye por todo el portal "Hay que salir, hay que salir; llama a la rumana, llámala; y dila que quieres salir, hay que salir tio, hay que salir"

CENA.- Hamburguesa con patatas en Vara de Rey. Tras asistir a un nuevo y gratificante monólogo ibicenco decido “zamparme” una hamburguesa. Numerosos rumores han llegado a mí sobre una hamburguesería situada cerca de Vara de Rey, famosa por sus hamburguesas de gran tamaño servidas por una rubia que “casualmente” cuenta con unas tetas también de gran tamaño. En mi afán de conocer nuevos sitios y guiado siempre por el “gran tamaño”, culinariamente hablando, me acerco a la ya “famosa” hamburguesería. “Ya veremos si son tan grandes como dicen …” pienso, sin todavía saber si me estoy refiriendo a las posibles tetas de la rubia o a la posible hamburguesa que me “zamparé”. Sin embargo mi experimento no parece funcionar pues ni las hamburguesas son tan cojonudas ni te las sirve esa “rubia de tetas gordas”, porque nuestra “amiga” o debe librar o este menda tan insulso, enemigo de las palabras, es lo poco que queda de ella. NOTA IBICENCA.- Tendré que pasarme otro día, ¿pues no será por informes positivos?, porque si de algo se hablaba estos días en el curro era de las hamburguesas … ¿o era de las tetas de la rubia?.
Tras abrir la puerta de casa me encuentro al monologuista, todavía victima de su bucle particular:
- Vuelves pronto, tio. Te lo tengo dicho tienes que salir más, ¿dónde has ido? tienes que salir tio; tienes que salir te lo llevo diciendo, tienes que salir, ¿había mucha gente en la calle? ¿dónde has ido?, qué rápido has vuelto. Si es que no sales, tienes que relacionarte, ¿has llamado a la Rumana? si no la llamas tu, la llamo yo. Si es que tienes salir tio, tienes que salir …
- Me he comido una hamburguesa
- ¿Donde has comido? joder como te lo montas; mira yo mi comida una cerveza del Eroski; tomate una cerveza coño que es sabado. ¿Has visto a alguien? ¿había mucha gente en ese sitio? ¿hay marcha por la calle?, seguro que hay gente, si es que tienes que salir, te lo digo yo. Así conoces una tia para el verano y cuando te la folles tú me la pasas a mi, ya veras que contenta la dejo. Lo peor es que te diga que follo yo mejor, que seguro que te lo dice, que yo follo que no veas. Te he contado que me follé a una tia de la limpieza en el curro, en la mesa tio, en la mesa. Menudas tetas tenía. Tienes que salir más, tienes que salir que te veo yo muy timido, tienes que salir; es que eres muy timido ¿a que si?, que te voy conociendo ya. Tienes que salir, tienes que salir, … seguro que había gente por ahí, ¡¡¡TIENES QUE SALIR!!! ¡¡¡TIENES QUE SALIR!!!
Y tras ese bucle del que al parecer no ha conseguido “salir” en toda la tarde, decido acostarme con la esperanza de que mañana mi “querido” compañero de piso gane la batalla contra esos bucles infinitos que de algún modo entorpecen esos maravillosos monólogos ibicencos.

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