03-02-10

03/02/10 DIARIO DE UN IBICENCO
(From Ibiza with Love – Tribute Lisbeth Salander)
Tras salir más tarde de lo habitual del curro, el solicitar mis “merecidas” vacaciones justifica cualquier retraso, me encuentro buscando aparcamiento, hoy la dichosa tarea alcanza ya los 20 minutos largos, ¡Tiene cojones! para cuatro “jodidos” gatos que hay en esta puta isla todos tienen que aparcar aquí. Así mientras suena “SONICA IBIZA” mi fiel compañera de aventuras, acelero, freno … pongo primera, segunda y cuidado que me la doy por la jodida callejuela de los cojones. El “chunda-chunda” que suena por la radio no hace más que impacientarme aún más por lo que decido pirarme para CAN MISSES, ese parking a 15 minutos de casa parece ser mi única salvación. ¡¡¡Que le vamos a hacer!!! le comento al “OLO”, que parece también estar hasta los huevos del puto tráfico rodado.
- “Joder, pues el otro día bien que le tirabas los trastos a la Renault Kangoo” le digo irónicamente.
- “Y tu a la “gorda” de la tienda de muebles” me contesta herido en su orgullo alemanako. Desde luego, si algo tenemos en común el “OLO” y yo es que estamos a dos velas en esta puta isla de mierda.
30 minutos y vamos para largo, la fila de coches se alarga, es la hora de dejar a los crios en el “cole”, procesión de madres todas en su coche, paran y se despiden mientras “SONICA IBIZA” retumba en el interior del “OLO” con su enésima sesión del “nosecual” dj “tocapelotas”. Al fin arranca la “última madre” en su brillante LEXUS negro, inmaculado sin una gota de polvo, pero con una pachorra que hace clamar los pitidos de los últimos coches de la fila, y yo que pensaba que los ibicencos tenían sangre de horchata. Ahora el dichoso “LEXUS” no se decide a girar a la derecha, ¡¡¡joder que tia más plasta!!!, todo un desafío girar el puto todoterreno por la concurrida calle principal. “¿Y por que cojones no van los crios andando al colegio como he ido yo toda la vida?, desde luego así como van a salir deportistas”, pienso, mientras que en mi cabeza se acumulan innumerables chistes de mujeres conductoras.
40 minutos y mil pitidos mañaneros después consigo aparcar en el parking de los multicines, no es que CAN MISSES se encuentre a tomar por culo de casa pero casi …
En un alarde de maestría, algo escaso en mi, decido renovar el d.n.i para convertirme de una vez por todas en “puto ibicenco de mierda”. Mas que nada, porque tardo mucho menos en llegar a la comisaría que a casa. A la entrada de la comisaría me encuentro con un policía regordete y simpatico, de calva cuidada y reluciente que educadamente da los buenas días, para posteriormente informar sobre cualquier requisito necesario para tramitar tu d.n.i. A las 11:20 me convierto oficialmente en un “puto ibicenco de mierda”. Como celebrar este “inolvidable” momento en la sencilla vida de un humilde carabanchelero, pues limpiando el puto baño y si no es suficiente todavía queda mi habitación, la cocina y el comedor … nada es suficiente para honrar este momento inolvidable. COMIDA.- Ultimo cocido que me quedaba en proceso de congelación. ¡¡¡Adioooooooss, cocido adioooooooosss!!!!, penultima despedida pues cuando lo cague ese si será el último y más emotivo adios. Me caen lagrimas y los pelos como escarpias de sólo pensarlo. Tras no haber dormido casi nada esta noche en el trabajo, recurro a esa poción que quizás me deje medio gilipollas, cosa difícil a estas alturas, pero que consigue ponerme a 100 a la hora de limpiar suelos, paredes, muebles … y demás historias.
- “Vienes dopado, cabron. Eso no vale”, me dice la roña y la mierda que puebla salvajemente mi habitación.
Así que, haciendo mías las palabras que Brandon Lee dijo en la peli “The Crow” cuando se encontraba delante de todos los matones de la ciudad, exclamo:
- “¡¡¡¡¡Vais a morir todos, cabrones!!!!!”. Lo de “cabrones” lo pongo yo, mas que nada por darle más dramatismo al asunto.
Rápidamente mojo la primera balleta en agua y la restrego contra mesas, sillas, ventana…, ningún mueble se libra de esta primera andanada. La “roña” repliega filas situandose junto al radiador, ese dichoso rincón al que la balleta le cuesta llegar. Pero mi arrojo y tesón es tal que tras agenciarme la escoba una acometida casi mortal al denominado “rincon de la muerte” deja sin efectivos a una indefensa “roña”. Llega el momento de secar todos los muebles y fregar los suelos que antes han sido barridos, sólo una mínima resistencia se sitúa junto al armario empotrado. “Acaso no saben ver su fín” pienso, mientras bebo mi último trago de RED-BULL. Aunque como dijo Máximo Decimo Merilio en “Gladiator”:
-“¿Acaso tu lo sabrías?-.
Tras mi última batalla me encuentro agotado por lo que decido no complicarme la vida y no cocinar nada, optando por algo facil, lígero y sobre todo rápido de hacer. CENA.- Ensalada, quesitos “El Caserío” y foie-gras en pan tostado. Me tiro en el sobre mientras leo “Mujeres” de Charles Bukoski, parece increible que me haya dado tiempo a limpiar toda la casa. No me lo creo ni yo, mañana seré libre:
- ¡¡¡¡Libreeeeeeeeee en la puta isla de mierda, sere libreeeeeeeee!!!!!!, mañana lo seré. ¡¡¡¡¡Libreeeeeeeeee cuando toque el despertador no limpiareeeeeeé, no limpiareeeeé!!!!!!
(Canción tradicional ibicenca – CULTURA IBICENCA)

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